La República Dominicana está viviendo una sacudida mediática en lo que se refiere a las representaciones consulares de nuestro país en las sedes diplomáticas en el extranjero, no sin tener cierta razón, pues con el ejemplo más palpable de la discrecionalidad en la venta de visas en los consulados dominicanos en Haití.
Aunque la Cancillería de nuestro país fija en 20 dólares el trámite para obtener un visado a los nacionales haitianos, supuestamente se dice que estos consulados las comercializan entre 200 y 500 dólares aproximadamente, así que dichos consulados sólo reportan lo que es el costo del trámite, es decir 20 dólares, imagínese donde irán a parar el sobre costó discrecional de esta!.
Pero en nuestros consulados esta no es la única mala práctica que se da en estas oficinas, por ejemplo el caso del hermano mayor del Dictador Norcoreano Kim Jong-un, Kim Jong-nan quien fue detenido en Japón cuánto visitaba este país, portaba un pasaporte dominicano, que habría comprado en el consulado dominicano en Taiwán.
También recuerdo una anécdota que escuché de qué en el cambio de gobierno de 1996, cuando ya salía el gobierno de Joaquín Balaguer fueron movidos varios titulares de consulados que llevaban décadas dirigidos por familias sonoras dominicanas.
Una de estas familias Diplomáticas removidas de sus funciones, acudió a Palacio a exigir que se les repusiera en el puesto, pues no sabían de qué otra cosa iban a vivir dicha familia, porque no sabían otra cosa que hacer que no fuera vivir de la exquisita vida que da la diplomacia.