Con mucho poder llama mi atención el hecho de ver comunicadores muy honestos prácticamente morir de hambre mientras que otros en coordinación con la clase política dominante del momento; hacen jugosas fortunas utilizando los medios y la comunicación tradicional como canal pero resulta que, ahora la “amenaza” está contenida en los espacios desarrollados en las plataformas digitales.
Es claro que los espacios y medios no tradicionales representan un peligro y una amenaza para las personas e instituciones que con su poder e influencia manipulaban a la población a través de lo que se comunicaba a medias o se dejaba de comunicar.
La sociedad así como los que hoy dirigen la administración pública y que debieron valerse de las redes sociales para difundir su proyecto de gobierno, espacios que aún deben utilizar como herramienta; tienen que estar atentos para salir al frente a los que se sienten amenazados por el freno puesto a la manipulación con la diversidad que brindan las nuevas facilidades para informar y ser informado.
Muchos ciudadanos con capacidad y los mejores deseos de aportar desinteresadamente a la comunicación ética y responsable eran bloquedos en los medios existentes pero hoy han encontrando su propio espacio en las nuevas formas y canales de hacer opinión y comunicación.
El fenómeno de las redes sociales mantiene en estado de nervios a los que no entienden que el mundo cambió y con él, las formas de control de las actividades cotidianas y la comunicación, no es la excepción.
Tal es el impacto de este acontecimiento, que muchos medios impresos han desaparecido y otros han sido reducidos a su mínima impresión, proyectando como su fuerte la versión digital.
Hay verdades que no pueden ser revertidas y el espacio recorrido por los medios digitales en las redes sociales es significativo e imborrable, debemos estar listos para perfeccionarlos y defenderlos de los que se sienten desplazados.
Es un tema para reflexionar, mientras en el mundo se debate el aprendizaje y desarrollo de la inteligencia artificial a nosotros se nos intenta decir que la comunicación digital en las redes sociales es una amenaza para la sociedad, eso es inadmisible.
Informar y mantenerse informado es un derecho y a la vez un deber, hasta hace muy poco tiempo conocíamos lo que un grupo muy reducido del poder politico-conómico planificaba dejarnos saber de acuerdo a sus intereses, basta pensar lo que aún se pretende con lo que se difunde o no en el área del turismo.
Ciencia, planificación y la toma de decisiones se sustentan con informaciones creíbles y confiables, por lo que la República Dominicana no puede permitirse que después de 18 años de discusiones estériles y sin lograr un Código Penal moderno como lo requiere este tiempo, las autoridades (el Congreso Nacional) y los sectores responsables de que esto no haya sucedido trasladen su malestar a otros sectores de la vida nacional.
Es evidente que la difusión del sonido de todas las campanas en las discusiones y divergencias en el tema de las Tres Causales ha sido posible por la diversidad y oportunidades de cobertura que brindan las plataformas digitales, sin restar méritos a los tradicionales; pero es innegable que ocultar y manipular las informaciones es casi cosa del pasado.
Me resulta extraño que ante la grave acusación de extorsión y chantaje hecha por la Iglesia Católica en el Sermón de las 7 Palabras el pasado Viernes Santo, muy pocos periodistas sólo se hayan limitado a solicitar que señalen nombres y que “a quien le caiga el sombrero que se lo ponga”.
Debe quedarnos claro que la información es libertad y poder como la comunicación es democracia, eso hay que mantenerlo y defenderlo duélale a quien le duela!!
ROQUE J. DE LEÓN B. (MAE)
DIPLOMADO EN TÉCNICAS DE COMINICACIÓN SOCIAL INTEGRAL
MIEMBRO DEL: SNTP Y SINLOPP