Hoy escribo acerca de una expresión que se aplica para muchas situaciones y áreas de la vida pero en este primer plano quiero aplicarla a la grata espera en los pasillos de la Clínica Corominas a que concluyan: las consultas, estudios-análisis, cirugía y posteriores quimioterapias en favor de la salud de la jefa del hogar; en compañía de mi hijo Roque Alberto de León Cruz «El Príncipe de su Papá» en ocasiones apoyado por su compañera en el umbral de los consultorios de los Doctores Thamara Fernández y Julio Madera al igual que, de la sala de aplicación de la quimio; he aprendido y hecho muchas cosas positivas a la vez que he conocido muchas personas buenas y solidarias.
Mientras mi retoño cumple con algunos compromisos de trabajo: reuniones con clientes, juntas con colegas, audiencias en el Palacio de Justicia de Santiago, diligencias en otras instituciones así como su compañera da respuestas a compromisos de salud y otros; yo aprovecho para socializar, escuchar, conocer y aprender de los tantos pacientes que tienen la misma oportunidad que ha tenido mi jefa, reafirmar que son excelentes seres humanos y que su fe es inquebrantable.
He plasmado en las redes innumerables artículos que gentilmente han publicado nuestros periódicos digitales propiedad y dirigidos por buenos e inquietos amigos, reproducidos y comentados por muchos de ustedes que son muy generosos al igual que los que se identifican con emogis, imágenes y/o la expresión «me gusta o likes».
De igual manera he decodificado el contenido que han estampado reconocidos autores en algunas de sus obras como por ejemplo: Robin Sharma en el » Manifiesto para los Héroes de Cada Día» y en su fábula «Las 8 Claves del Liderazgo»; Luís Zueco en «El Mercader de Libros»; Stephen R. Covey en «El Liderazgo Interior»; Ken y Kate Robinson en «Imagina Si…, el poder de crear un futuro para todos»; Hillary Rodham Clinton y Louise Penny en «Terror de Estado»; José Rafael Sosa en su manual: «Así que no Sabes Usar la Prensa?», entre otros; en ocasiones lo que asumimos como malo no es más que otra oportunidad.
En República Dominicana las enfermedades catastróficas son una responsabilidad de la familia por eso nunca te sientas sólo y, si por alguna circunstancia llegas a pensarlo entonces recuerda que el Creador además de apoyarnos siempre nos acompaña; mientras esperamos hacerles entender a los administradores de los bienes públicos que son ellos quienes tienen la responsabilidad de garantizar a sus representados los servicios de primera necesidad y la salud, es uno de ellos.
Es bíblica la expresión «ora con fe y espera», mientras esperamos hay cosas que debemos continuar y ponerlas en marcha mientras no paramos el proceso de oración en el entendido de que la vida no se detiene por lo que, no podemos descuidar: la familia, la salud, la alimentación, trabajar y cubrir las cuentas; ahorrar, sociabilizar, trabajar por una mejor sociedad y una verdadera justicia social, entre otros.
En una mejor sociedad debemos esperar vivir bajo un régimen de organización y planificación equilibrado donde todos nos sintamos acompañados por el colectivo al igual que correspondidos y protegidos por una real política social conducida de manera ética por los que cobran y administran, a su antojo, nuestros recursos pagados en forma de impuestos; que son bastantes.
Por eso mientras esperamos debemos concienciarnos de que la sociedad no cambiará sola, ni por el capricho de una o varias personas sino con el esfuerzo y colaboración de todos, entonces, tenemos que hacer un alto en nuestro andar y determinar cuál es la cuota de responsabilidad que nos corresponde.
Durante esa espera no debemos perder de vista a los que han sido miembros de los equipos de gobiernos que en el pasado han tenido la responsabilidad de la administración de los bienes que nos corresponden a todos los dominicanos y, durante ese proceso a través de la corrupción no sólo se han hecho más que millonarios sino, que con su incorrecto proceder han evitado que: se construyan nuevos hospitales, escuelas, proyectos habitacionales para el bienestar social además de violentar la voluntad popular empleando los más vulgares y variados métodos de manipulacion, entre otras tantas acciones negativas; nos corresponde a todos mientras esperamos, lograr que esas situaciones cambien así como evitar que los que en la actualidad manejan los bienes del Estado desarrollen las mismas malas prácticas que nos mantienen estancados.
Mientras esperábamos el turno para la consulta con: la mastóloga, el oncólogo y la entrada a la aplicación de la quimioterapia aprendí que los gobiernos no tienen información estadísticas para tomar decisiones y prestar atención al crecimiento escandaloso de los casos de todo tipo de cánceres en nuestro país y, muy en especial en Puerto Plata; hay que investigar: sus orígenes, tipos de tratamientos y calidad de asistencia a los familiares que si no están concienciados acerca de la enfermedad mueren antes que el afectado por el impacto emocional y angustia financiera; mientras esperábamos aprendimos que se nos hace urgente la construcción y equipamiento de un hospital oncológico con sus laboratorios y centros de estudios necesarios, al igual que la asignación de un cuerpo de investigación para dar seguimiento en nuestra provincia a lo que sin lugar a equivocarnos ya es una epidemia, el cáncer.
No sigamos permitiendo que la pregunta obligada en los consultorios y centros oncológicos de Santiago siga siendo: por qué tantos casos de cáncer en Puerto Plata? Y nosotros sin repuestas porque no contamos ni con la más simple de las estadísticas y peor aún, parece no haberle importado a las pasadas autoridades y tampoco a las actuales.
Familias: esperar no significa dormirnos recordemos la parábola de las novias y las lámparas, despertemos antes que se haga más tarde, se termine el aceite y se apague la luz!!
ROQUE J. DE LEIN B. (MAE)
DIPLOMADO EN TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL
MIEMBRO DEL SNTP Y EL SINLOPP