RT.- Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil (2003-2010), ha sido liberado de la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, en el estado de Paraná, donde permaneció un año y siete meses privado de libertad.
Vestido todo de negro, Lula ha sido recibido entre abrazos por sus familiares y una multitud de simpatizantes ataviados con camisetas rojas, símbolo del Partido de los Trabajadores (PT), que esperan que diga algunas palabras. Cánticos, petardos y una marea de banderas, muchas con las fotos del petista, dan la bienvenida al líder.
«Queridos compañeros y compañeras no puedo expresar lo que significa estar aquí con vosotros», ha asegurado Lula desde un palco rodeado de los militantes del PT, a quienes ha agradecido el apoyo brindado durante todo este tiempo.
«No pensé que hoy podría estar aquí hablando con hombres y mujeres que durante 580 días gritaron ‘buenos días, Lula’, gritaron ‘buenas noches, Lula’, sin importar si estaba lloviendo, sin importar que hiciese 40 grados, sin importar estar a cero grados», dijo a los militantes.
«Vosotros sois el alimento de la democracia que yo necesitaba para resistir la maldad», añadió, mientras aseguró que seguirá «luchando por el pueblo brasileño».
A pesar del tono festivo, durante su discurso, el expresidente criticó al ministro de Justicia, Sergio Moro, responsable de su condena, y a la Policía Federal y el Ministerio Público que, según él, trabajaron para criminalizar a la izquierda y al PT. «No arrestaron a un hombre, ellos quisieron matar una idea», aseveró.
Tras presentar ante los simpatizantes a su hija y su nieto, Lula ha querido después mostrar a su actual pareja, la socióloga Rosangela da Silva. «¡Beso, beso, beso!», han exclamado lo. Haciendo caso a la multitud, la pareja se ha besado entre los aplausos de los presentes.
«He conseguido la proeza de estando preso conseguir una novia y que acepte casarse conmigo», anunció.