Al menos ocho personas han muerto cuando intentaban llegar a la isla atlántica española de Lanzarote desde el sur de Marruecos en una lancha neumática ocupada por medio centenar de migrantes.
Después de una travesía de tres días, la mayoría de los supervivientes llegaron este miércoles a tierra con hipotermia y nueve de ellos tuvieron que ser hospitalizados, dos en estado grave.
La embarcación precaria fue localizada la noche pasada a unos 37 kilómetros de la isla por un buque español de rescate, que auxilió a las 43 personas que se encontraban a bordo en ese momento: 32 hombres, 10 mujeres y una niña, informó una portavoz del servicio de Salvamento Marítimo.
La balsa neumática estaba inundada con más de diez centímetros de agua dentro, y casi todos los ocupantes presentaban síntomas de frío; algunos de ellos estaban ya muy débiles, como dos hombres abrazados el uno al otro.
Uno de ellos falleció, sin que el personal de Salvamento Marítimo pudiera reanimarlo; el otro fue evacuado en estado crítico nada más desembarcar en el muelle de Arrecife, capital de Lanzarote.
Los supervivientes contaron a las asistencias sanitarias que, además, siete personas más fueron arrojadas al océano conforme iban muriendo durante la travesía. Entre ellos, podría haber al menos un niño.
Mientras se completaba este rescate, otro barco de Salvamento Marítimo auxiliaba al sur de la isla de Gran Canaria una barca con 64 personas de origen subsahariano: 35 hombres, 24 mujeres (tres embarazadas) y cinco niños.
En los ocho días transcurridos del mes de febrero, las islas Canarias españolas han recibido 724 inmigrantes llegados por mar, la mayor parte de ellos rescatados en aguas de Lanzarote, según datos oficiales.
Desde que comenzó el año, 1.290 personas han sido rescatadas cuando trataban de llegar irregularmente a las Canarias, un 67 % menos que hace un año.
Sin embargo, la ruta migratoria atlántica, entre África y ese archipiélago español, está considerada la más peligrosa del mundo, con 1.784 fallecidos el año pasado, según la ONG Caminando Fronteras.
EFE
