Las autoridades mexicanas están tratando de identificar a los hombres armados que atacaron el miércoles un centro de rehabilitación de drogas en el centro de México, matando al menos a 24 personas e hiriendo a otras siete en la ciudad de Irapuato.
Pedro Cortés, secretario de seguridad pública en Irapuato, dijo a la Agencia Francesa de Noticias (AFP) que los sospechosos obligaron a las víctimas a caer al suelo y abrieron fuego antes de huir en un vehículo rojo.
Cortés dijo que las víctimas estaban en un anexo no registrado del centro de rehabilitación, donde se sabe que los traficantes de drogas a nivel de la calle buscan refugio de las bandas de narcotraficantes.
En respuesta al ataque, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno no permitiría que el país “caiga en la anarquía y el desorden”.
El ataque ocurrió al noroeste de la Ciudad de México, en el estado de Guanajuato, donde el cartel de Jalisco ha sido parte de una violenta batalla territorial. Pero no está claro si el ataque del miércoles está vinculado a un grupo del crimen organizado.
El periódico La Jornada dijo que ha habido cuatro ataques desde diciembre contra anexos en Irapuato, donde personas fueron secuestradas, algunas asesinadas y se incendió un edificio.