Orión Mejía: En tres minutos

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En solo tres minutos el Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) aprobó por aclamación ayer realizar primarias abiertas y simultáneas para la elección de su candidato presidencial, una propuesta presentada por el presidente de la organización, Leonel Fernandez, con obvio respaldo del presidente Danilo Medina.

La plenaria aprobó también conformar una comisión para adecuar los estatutos, que será ratificado por un Pleno de Dirigentes. Fueron tres propuestas que en tres minutos salvaron la unidad del Partido.

No se conoce en la historia política nacional que un conflicto que se creía de dimensiones catastrófica, se resolviera en 180 segundos, con elementos resolutorios que incluyen las alegaciones de las partes confrontadas, como celebrar primarias abiertas, por una parte, y ofrecerle participación a la dirigencia del partido, reclamado por la otra.

El peor momento en la crisis del PLD ha pasado, porque lo que resta es escoger al candidato presidencial y vicepresidencial, en un escenario electoral regenteado por la Junta Central Electoral (JCE), donde, lógicamente dos personas resultaran escogidos para encabezar la boleta morada.

La gran división que estremeció al PLD, hace 42 años, aunque no tuvo repercusión significativa sobre el aparato del Estado y del Gobierno, controlado en ese momento por el PRD y el Partido Reformista, ensombreció el panorama de la izquierda y la perspectiva de avance de las ideas progresistas.

Esta vez, una fisura importante al interior del PLD se reflejaría negativamente en la dirección del aparato estatal, controlado por casi 20 años por esa organización, lo que afectaría también a la estabilidad macroeconómica y a las perspectivas de consolidación de la democracia.

En torno al fundamento de la crisis actual del PLD, de que las primarias abiertas violentan la Constitución o de que las cerradas contaminan el derecho a elegir y ser elegido, podría señalarse, primero que la Ley de Partidos ha fijado una vía ecléctica, al dejar en libertad a las organizaciones de escoger la de su mayor conveniencia.

El liderazgo partidario con el voto unánime de su Comité Central ha resuelto ese problema, al aprobar las propuestas de conformar una comisión para adecuar los estatutos y que la decisión sea ratificada por el Pleno de Dirigentes, lo que permite a la propia democracia poder respirar libremente.

El PLD esta compelido a escoger dentro de los plazos previstos por la ley, sus candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la República, senadores, diputados, alcaldes y regidores, por lo que su liderazgo no tiene otro camino que acomodar la carga y seguir adelante, como lo hizo ayer.

La unidad del PLD no es un ruego de eucaristía sino una necesidad y un mandato de la historia, toda vez que ese partido incide de manera decisiva en el presente y porvenir de la economía, la democracia, institucionalidades y gobernanza, cuestión que sus dos principales líderes han entendido claramente, como lo demuestra la propuesta de solución que presentaron ante el Comité Central, aprobada por aclamación en tres minutos.

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